Cada propuesta es una invitación a reflexionar y aprender sobre la movilidad en nuestra ciudad, pero también para pasar a la acción, reivindicando nuestros derechos y transformando el espacio cotidiano.
Con estos materiales trabajaremos desde la expresión plástica y corporal, hasta las matemáticas, el ámbito social y el lingüístico, incorporando de una manera lúdica unos conocimientos esenciales para la organización del espacio público en las ciudades.
Los materiales son sencillos y pensados para que pueden pasar de una clase a otra y ser utilizados múltiples veces.
Los materiales vienen dentro de una alforjas de cartón para bicicleta,
Para hacerlo fotocopiaremos las plantillas con las tres tipologías de calle tantas veces como queramos y las distribuiremos por el suelo para trazar una calle. Colocaremos cajas de cartón de distintas medidas a modo de edificios. Fotocopiaremos también las plantillas con los elementos de la ciudad, para recortarlos, y pegarlos en las fachadas de los edificios y en las calles, doblando las pestañas para hacer de soporte (para darles más estabilidad podemos colocar un peso encima de la pestaña de cada elemento).
Podemos probar a construir distintos tipos de ciudades para reflexionar sobre cómo se mueven las personas, cuánto espacio ocupan según su modo de transporte y cómo cambian las relaciones entre ellas y su estilo de vida en función de los espacios creados.
Podemos acompañar el proceso de construcción con datos reales sobre qué tipo de ciudad resulta según la priorización que se haga.
El primero es el guión de “Caperucita camina sola”, basado en una exposición del CENEAM que adapta el cuento clásico. Y los tres siguientes son fábulas que nos hacen reflexionar sobre la movilidad sostenible en las ciudades: El genio de los tres deseos, El hada y el coche, y La liebre y la tortuga, de Marius Navazo.
El librito está acompañado de una carpeta/escenario, y en su reverso encontraremos los personajes para recortar y construir los personajes.
¡Que empiece la función!
El metrominuto es una propuesta para valorar las distancias, los tiempos caminando y su accesibilidad entre los distintos puntos que hay que pasar en el camino de casa a la escuela.
El bicibús (o pedibús) es un grupo de niños y niñas que se mueven en bicicleta hacia la escuela (o a pie). Al igual que un autobús, dispone de un recorrido definido y unos horarios de paso.
Podemos continuar esta correspondencia describiendo nuestro propio camino a partir de unas preguntas comunes: a qué hora nos tenemos que levantar, cuánto tiempo invertimos en el recorrido, cosas que hacemos mientras vamos a la escuela (comprar pan, jugar,… ), dificultades que aparecen (cruzar una vía de tren,…), cómo es físicamente (hace calor, hay ruido) y cómo lo adaptamos al clima y a la meteorología (cuando llueve,…), si resulta agradable o pesado,… ¿Nos animamos a compartirla con niños y niñas
de otras escuelas o otros lugares?
Podemos sacar una tarjeta al azar para escoger a qué juego jugaremos hoy. En el reverso de la tarjeta están las instrucciones de cada juego, y no se necesita ningún elemento más para jugar que el propio espacio público.
Si hemos trabajado con la propuesta del Metrominuto ya habremos investigado qué sitios alrededor de la escuela son adecuados para jugar, si no encontramos suficientes espacios, podemos reivindicar nuestros derechos recordando a los adultos lo importante que son para nosotros!
Esta propuesta nos invita a pasar a la acción para recuperar las calles y disfrutar de la movilidad activa y del espacio público como lugar de socialización y aprendizaje.
Por el camino encontraremos atajos (casillas verdes) que nos permiten saltar casillas si vamos a pie, en bici o transporte público, y obstáculos (casillas rojas) en forma de atasco de tráfico que nos dificultan el camino.
¿Qué atajos u obstáculos nos encontramos en nuestro camino a la escuela real?
Implicando al alumnado en la evaluación y en su reflexión podremos generar nuevos retos.
Y si compartimos nuestros resultados podemos ayudar a motivar a otras escuelas y juntos seguir avanzando hacia unas ciudades más habitables.